Aquí no se habla del Mío Cid, sino de "los Cid míos".

Aquí no se habla del Mío Cid, sino de "los Cid míos".
Los protagonistas de estas historias: Ramonín, Elaine y Camila (mi familia). IMPORTANTE: Ninguno fuma, y nunca lo hago cerca de ellos.

viernes, 13 de febrero de 2009

Los pipa-conversos. Cómo ganar adeptos por la “vía húmeda”. Es fiable el método?

Ganar fieles para la pipa no es cosa fácil. Bueno, no es que no haya material de donde sacar almas extraviadas o confundidas. Baste con mirar alrededor de uno (ah, y mirarse en el espejo no vale) y encontrará gente (mayores de 18 años, que otra cosa es ilegal) que sigue en las tinieblas sin haberse llevado una pipa jamás a la boca. Peor que eso, que ni siquiera fuman otra cosa, o lo más jodido, que odian y temen el noble arte de aspirar y expeler humo.

Tampoco es siempre agradable (físicamente hablando) promulgar la Buena Nueva. Requiere de sacrificio, entrega y cierta vocación al martirologio. A muchos de los cruzados proselitistas a lo largo de la historia se las han puesto difíciles, en muchas ocasiones. Por ejemplo, Juan el Bautista dejó su cabeza en una bandeja en el intento. Otros chapotearon en cacerolas de aceite hirviendo, fueron empalados, lapidados, trucidados, emplumados, y cientos de otras variantes de dudoso gusto, aunque con cierto valor edificatorio y didáctico (para los que vinieran detrás, y con la misma onda). Afortunadamente, a mí después de cada intento de conversión, sólo me queda una aguda resaca.

Sí, porque mi método empleado para "pipangelizar" contempla cierto nivel de libaciones etílicas, y a veces, combatir con las armas del contrario. Vaya, porque el momento lo lleva, digo yo. Por ejemplo, veamos mis modestos pininos:

Mi hermano (Ramón A. Cid Jiménez-Jatibonico, S.S., 1976) fuma puros, alguna que otra vez. Le ha tomado el gustillo a la pipa, pero luego de que yo me fumara algunos habanos rompe-pechos de los de él, y varios galones de ron.

He aquí una evidencia (el pequeñejo con el puro en la boca soy yo, el otro, por decantación, es mi hermano):
Es verdad que el sujeto a convertir no aparece con la pipa en la foto. Ahora que me fijo bien, mi hermano tiene la socarrona cara de “te jodí, cabrón”, lo que refuerza la imagen de que más bien el que parece convertido al “purismo” soy yo en lugar de él a la pipa. OK, se me pasó este gazapo. Luego le tiro otra a mi hermano.

Resultado: gastritis a millón (la mía), pérdida de 4 pipas (se las tuve que dejar, si bien es cierto que fueron las tres cubanas de mis inicios y una corn-cob) y un flamante hermano pipafumador “circunstancial”.

En esa misma temporada (casualmente fue en mi visita de Fin de Año -2008- a mi casa natal, en Jatibonico, Sancti-Spíritus), logré que dos amigos de la infancia le pegaran los morros a una boquilla: Manuel y Ariel. Lo mejor es que ninguno fuma, pero luego de un panegírico verbal, y bajo el amparo de de 2 botellas de Havana Club y un litro de Coca Cola, se embullaron bastante con lo de “eso de la pipa”, logrando la foto siguiente:

Tres horas más tarde, y con las botellas por los fondos, los recién conversos dormían la mona en los mismos sillones, roncando plácida y asíncronamente. Verdad que lo que fumaron fue 3 gms Dunhill 965 MM cada uno, pero no era para tanto…y por otro lado, el “cubalibre” estaba tan bueno……

Costó Dios y ayuda para estibarlos a sus hogares respectivos. Al otro día llegaron arrastrando los pies (y las aún estropajosas lenguas), musitando no-sé-qué historias de disculpa y arrepentimiento ante mi señora madre (testigo presencial de la evangelización del día anterior), y entonando por lo bajo loas al espíritu navideño, la amistad y eso. Como mi hermano y yo estábamos en situación similar (de cuerpo y de alma), poco pudimos hacer en auxilio de los penitentes. Más bien, creo recordar que acabamos de cagarla.

Total, no quisieron repetir la dosis, así que no puedo contarlos en mi haber. Dos almas tiernas que se me fueron de entre las manos….además del tabaco perdido (coño, del bueno-bueno), y la revoltura de estómago combinada con las campanadas en la cabeza del otro día, que todo buen usuario de la resaca debe traer incorporados.

Bueno, pero esto no me ha desanimado. Mi más reciente víctima: Armengol, amigo entrañable y excompañero de oficina.

Nada, el bueno de Armengol viene de visita a casa el domingo pasado, y pues queda algo interesado en el pipero, las pipas, los tabacos…y creo que el litro de Añejo Blanco que pusimos en el tapete le ayudaba a enfocar mejor las cosas.

Ok, la misma historia. Charla teórico-practica de la pipa, historia, carga, etc. Venga, un brindis. Armengol es fumador de cigarrillos, pero al quinto brindis se anima a probar una pipa. Para facilitar el viaje, le cargo un Old Fashioned de Larsen y preparo un par de tazas de café espresso. Todo de maravillas. Otro brindis ¡!! . Empezamos a dejar un poco de lado el tema pipero, y seguimos hablando de cosas de amigos. De vez en cuando se colaba algo de “coño, qué bueno está este tabaco…Otro brindis ¡!!” Y así…A la altura de tres cuartos de litro de ron añejo blanco (diluido algo en coca-cola, y hielo, pero no mucho, la verdad), y 2 gramos de tabaco consumidos per cápita, la conversación empieza a hacerse errática, nebulosa y un poco complicada de seguir el hilo.

Ecce homo, mientras pudo mantener una posición estable en la que pudiera ser fotografiado. Debo reconocer, que también la estabilidad del fotógrafo (yo, en este caso), influiría en el resultado final, por lo que no existieron condiciones posteriores que permitieran repetir la sesión fotográfica.


Cómo llegó Armengol a su casa al finalizar el día, es algo que aún estamos averiguando entre los dos, porque él no recuerda, dice, y se lo creo. Yo tampoco me acuerdo de haberme quedado en casa, pero todo indica que sí. No me parece que siga entusiasmado con lo de fumar en pipa. Dice que al principio es muy bueno, pero que termina dándole dolor de cabeza y mareos. No me atreví a decirle que el añejo pudo tener algo que ver….

Definitivamente, tengo que cambiar el método. El sacrificio que estoy haciendo para esparcir la verdad sobre la pipa entre mis conciudadanos me está matando. Y estadísticamente, el índice de repitencia es pésimo…. Algún consejo ¿?

No hay comentarios: