Aquí no se habla del Mío Cid, sino de "los Cid míos".

Aquí no se habla del Mío Cid, sino de "los Cid míos".
Los protagonistas de estas historias: Ramonín, Elaine y Camila (mi familia). IMPORTANTE: Ninguno fuma, y nunca lo hago cerca de ellos.

martes, 6 de enero de 2009

La Huckorn Black Spirit


Penitenciagitem, miserabili pecatorum !!!


Hoy, les presento mi abominable creación. Mediante un simple performance cosmético (pintura negra brillante para metales), obtuve a partir de una feúcha, inocente e inofensiva corn-cob (una genérica, no una Missouri M...), este engendro de las tinieblas, ante cuya sobrecogedora magnificencia podréis arrodillaros, aunque sin esperar perdón.


La Huckorn Black Spirit refleja el horrendo mal en sí mismo, más allá de las formas, solo apoyándose en la paradoja de su brillantemente oscuro espíritu, presto a desplegar sus pedradoras alas de maldad sobre los pecadores que solo fuman tabacos aromáticos (POR MERO GUSTO; NO POR NECESIDAD, aclaro, jejejej), y protege a su vez a los de buena voluntad que prefieren la latakia.

Su poderosa personalidad luciferina, basta por si sola para causar efectos alucinógenos inmediatos, aún sin encender tabaco en ella. Al tenerla por primera vez en mis manos y prepararla para fumar, por unos instantes, bajé al Averno (con pasaje de regreso reservado de antemano por si acaso), transportado por no sé qué ambiente mortalmente espiritual del Lado Oscuro.....La experiencia psicodélica fué criminalmente desautorizada por la muy pragmática de mi mujer, que le dió la sencilla y agnóstica explicación de: "Qué efluvios infernales ni qué ocho cuartos, lo que estás es mareándote con el fortísimo olor a pintura !!!! Mira, hazme el dichoso favor de sacar ese esperpento prieto de la casa, hasta que se acabe de secar la pintura, que vas a ahogar a los niños, y Camila tiene catarro !!! "

Hoy, una HORN

No me pude resistir a parrafrasear la famosa frase de nuestro amigo Félix al principio de sus mensajes, cada vez que presenta una de sus especiales creaciones piperiles.

Pues sí, hoy les presento una pipa tipo "horn", que fué mía los primeros quince minutos posteriores a crearla por mis propias manitas. Mi hermano se quedó con ella, luego de un fraternal forcejeo (literalmente hablando), en el que cordialmente me convenció por completo (tiene 33 años, mide 1.80 mts y pesa 80 kgs) de que a él le quedaría mejor que a mí en la boca.

Es una "horn" de verdad, pues aproveché un cuerno (de vaca, que sé por donde vienen ) que estaba reposando en un estante en mi casa natal desde finales del pleistoceno (cuando los cataplanes asolaban la faz de la tierra), y simplemente, le serré la puntita, le encastré una boquilla y ya está!!!.

Es un poco jodido fumar en ella, porque hay que levantar el mentón todo lo que se puede para que el hornillo alcance cierta verticalidad, y la ceniza no caiga al piso. Aparte de dar un poco de dolor cervical, y parecer uno muy "autosuficiente" (o medio comem......, en cubano) por tener la cabeza levantada cuando se tiene la pipa en la boca, pues nada, fuma muy bien. Se calienta a derretirse, pero con agarrarla por la boquilla, ya está...

lunes, 5 de enero de 2009

La Guía Máxima (condensada) sobre Fumar en Pipa


Hoy salí temprano al mercado, a buscar el pan y esas cosas, y cuando regreso a casa, me he pegado un susto de muerte: estaba Elaine fresca como una lechuga, con una pipa en la boca, echando humo como si fuera una locomotora.

Me le abalancé encima, y luego de cerciorarme de que sus signos vitales estaban regularmente bien, y de que hablaba con cierta coherencia, deseché aliviado la idea primaria de un derrame cerebral, y pensé luego, con alegría, que al fin mi esposa se había acogido el principio de: “si no puedes contra ellos, úneteles…”.

Bueno, haciendo caso omiso a sus protestas de que solo era una vez, “para probar” (coño, que así se empieza con todo), me dí a la tarea de hacer uso de mi memoria y poca experiencia en el mundillo de la pipa, y comencé a redactar a toda prisa (antes de que se le pasara) un pequeño manual con conocimientos básicos de cómo fumar en pipa. Como no tenía a mano ninguna de la documentación piperil que he ido recopilando hasta el momento (la PC de casa está rota, para variar), acudí a mis confusos recuerdos y conceptos teórico/prácticos sobre el asunto, y al final del día tenía unas cuantas cuartillas listas para imprimir.

Lo jodido es que a esas alturas, Elaine ya había olvidado todo el tema en cuestión, así que me quedé con los papeles en mano…y tabaco de sobra.

No obstante, revisando las notas, me parece que ha quedado un documento macanudo para las generaciones venideras (Ramonín y Camila), con consideraciones y conceptos fáciles de entender y digerir, que permitirán al fumador novel dominar en muy poco tiempo muchos conocimientos del arte de fumar en pipa, con poco esfuerzo de lectura (al estilo de SELECCIONES del Reader´s Digest), por respeto al tiempo de cada cual.

Bueno, pues pensé incluso traducir mi erudito proyecto al esperanto, por eso de darle un toque “universal”, pero luego me dí cuenta de que la universalidad del esperanto radica precisamente en el hecho de que no lo habla NADIE…..

Así que, sin editar, y en directo, ahí les va mi obra maestra:


La Guía Máxima (condensada) del arte de Fumar en Pipa

Por Huck

(Todos los humos reservados)

Breve, brevísima historia del arte de fumar en pipa

El arte de fumar en pipa se remonta a muchos, muchísimos años atrás. Por lo menos, antes de que yo naciera. Esto lo puedo afirmar categóricamente, pues mi papá, que siempre fue unos años mayor que yo, ya tenía una pipa cuando nací.

Esta pipa se la había regalado mi madre cuando antes de casarse. En aquellos tiempos de feliz noviazgo, a mi mamá le agradaba que mi papá fumase, a tal punto que le regalaba artículos de fumador.

Pero luego se casaron (en 1968), y a partir de esa fecha, mi madre automáticamente se convirtió en enemiga acérrima del tabaco, y la pipa pasó a dormir el sueño de los justos (hoy día no la he podido encontrar, y eso que he virado la casa al revés un par de veces). No obstante, mi padre siguió fumando cigarrillos, y al pasar los años, y aparecer las modernas teorías ecologistas, del calentamiento global y de los fumadores pasivos; mi mamá llegó a recriminarle de que por tantos años de fumar pasivamente a su lado, ella había adquirido un enfisema. No sé porqué el matrimonio tiene ese extraño efecto en las personas…..


La pipa

Técnicamente, la pipa es un artefacto de cualquier material (preferiblemente incombustible) que posee dos agujeros y sirve para fumar lo que se le introduzca (y que sí sea combustible) por uno de ellos, aspirando/inhalando por el otro. No sería ocioso resaltar que se debe exhalar el humo en algún momento, para que la cosa de fumar funcione.

Los agujeros de la pipa son equidistantes entre sí. Esto es, que la distancia de uno al otro es la misma que del otro al uno, pero en sentido contrario. Que no es lo mismo, pero es igual. También vale la pena anotar que generalmente, ambos agujeros presentan diámetros diferentes.

Ahora, para toda persona que por primera vez vaya a fumar en pipa enfrentará la decisión de por cuál de los dos agujeros posibles (este tratado es solo para pipas de dos agujeros) se procedería a fumar, dejando automáticamente el otro para cargar el tabaco. Bueno, pues esto se deja al buen sentido común, instinto y mejor juicio del pipafumador a iniciarse. Para no abusar, daré aquí la pista de que a la boca se lleva preferiblemente el agujero de menor diámetro, al cual llamaremos boquilla en lo adelante. El otro, pues lo nombraremos hornillo, para no desentonar con la literatura piperil escrita hasta hoy.


Tipos de tabaco:

Básicamente hay tres grupos de tabaco para pipas, a saber:

- Los que pican la lengua
- Los que pican la lengua, pero no tanto
- Los que no pican en absoluto

Por ejemplo, los tabacos aromatizados artificialmente (chupa-chups, citando a Carsipe) son los del primer grupo, porque pican, arañan muerden y estrujan la lengua inmisericordemente. Peor si bebes algo frío después. Del carajo.

Los tabacos aromáticos per-se, y con mucha virginia, a veces pican, pero no mucho, así que van de cabeza al segundo grupo.

Y están, bueno, pues los que no pican, que son todos los otros, y casualmente esos son los que me gustan, y buena cosa son.

También pudiéramos decir que un tabaco pica en la lengua una vez sí, y otra también, o en algunas ocasiones no, porque depende por igual de la forma en que se fume, pero esto ya viene descrito en otra parte del presente trabajo.

La carga de la pipa

Generalmente, es cosa de común acuerdo entre la mayoría de los eruditos y expertos en el arte de fumar en pipa, que la carga del tabaco se debe realizar preferiblemente por el hornillo. Sus motivos tendrán. De todas formas, es lo que las buenas costumbres y la praxis milenaria indican. Pudiéramos con esto, dejar por sentado que la pipa es un instrumento de “avancarga”.

No obstante, sería irresponsable que se desechara sin más el método de “retrocarga”, o cargar el tabaco por la boquilla. Es más, se recomienda a pipafumadores con nervios de acero, perseverancia y dedicación, así como a los que poseen un fondo de tiempo ocioso lo suficientemente holgado, como por ejemplo, los que cumplen cadena perpetua en prisión, o los que trabajan como vigilantes nocturnos, etc, ya que este método posibilita al que lo realice que las horas (y días) pasen volando.

Ahora, una vez decidido el lugar por donde se pondrá el tabaco en la pipa, es que comienza la odisea verdadera, pues hay como diez formas estándar de cargarla, y todas diferentes. Que si las tres bolitas, que si Frank, que si la antigravedad, que si el flake se enrolla así, que si presiona como niño, luego como viejo, y al final como un hombrecito, etc.

Aun se puede empeorar más si entramos en la teoría de las cavidades de aire en el fondo del hornillo, y aparecen rejillas metálicas y una parafernalia de trucos y maniobras, que hacen pensar que lo mejor sea ir tirando hebras de tabaco al hornillo, sin más, un poco sueltas hasta que se llene a tope, luego le metemos un poquito más (siempre cabe un poquito más…en todo), luego presionar con el pulgar para poner a ras, y se acabó. A fumar, qué carajo.

Formas de las pipas:

Hay un berenjenal de tipos y formas de pipas, teniendo en cuenta la forma de la boquilla, la cazoleta, el caño, la combinación de todos estos elementos, o por separado..uffff. Son muchas, muchísimas, así como marcas y modelos (como los automóviles, por ejemplo).

A grandes rasgos, hay pipas rectas y pipas curvas. Como dato curioso, es importante aclarar que las pipas “curvas” no se curvan a la derecha ni a la izquierda, solo hacia arriba (por fastidiar, algunas se curvan hacia abajo, pero solo de mala fé), por lo que es fácil distinguirlas de las rectas.

Llegados a este punto, es saludable apuntar que de todas maneras, las pipas rectas no se curvan hacia ningún lado, por lo que igualmente por esta razón pueden diferenciarse de las pipas curvas, que sí lo hacen, aunque ya de eso habíamos hablado más arriba.

Pero aún conociendo una forma u otra, clásica o no, es muy probable que dos pipafumadores (mientras más expertos en la materia, peor) no se pongan de acuerdo en lo absoluto en la catalogación de un ejemplar determinado, incluso ni con el artesano que la fabricó. También pueden irse a las manos, según el tono y calor de la discusión.

Hay cientos de artículos escritos sobre el tema, y miles de fotografías, imágenes y dibujos sobre formas de pipas. Igual no sirven de mucho, y más bien tienden a confundir. Por eso, no hablaré de tipos ni formas de pipas en este apartado. Ni en ningún otro.

Filtros

Sobre el uso de filtros para fumar, mi padre (Q.E.P.D.) tenía una posición muy clara. Solía decir, cuando era consultado al respecto: “desde que se inventaron los filtros para fumar, y el bidet, ni el tabaco sabe a tabaco, ni el culo sabe a culo….”.

No obstante a tan preclara visión del asunto, podemos aventurarnos a reconocer el uso de filtros en pipas sólo cuando se van a fumar tabacos del grupo de los “mordedores de lenguas”. Funciona.
El culote

A pesar de lo feo que suena “culote”, es una palabra que hay que usar obligatoriamente en cualquier conversación o discusión sobre pipas. Contrario a lo que pudiera parecer (fonéticamente hablando), este término no se utiliza para ofender de palabra al interlocutor, ni para referirse obscenamente a las posaderas de la prójima (mujer del prójimo, pipafumador o no).

Incluso el verbo “aculotar” (que es: crear el culote en una pipa) pudiera traer resultados funestos si se utiliza delante de no-entendidos, por lo que se recomienda que solo se utilice el concepto dentro de círculos de pipafumadores.

En realidad, el culote es la capa de carbonilla que se forma en las paredes del hornillo (restos sedimentados de cenizas, si se prefiere), y está diseñado principalmente para que el pipafumador se abstenga de pasarle el dedo por dentro a la cazoleta (que es la parte de afuera del hornillo), y luego anudarse la corbata, o rascarse la nariz, por ejemplo. Con los niños no funciona: Camila pasó por alto este punto (un día que tomó una de mis pipas en un descuido mío), y al cabo de 10 minutos tenía la cara pintarrajeada de ceniza que parecía el chamán de Toro Sentado en pleno ritual de hacer lluvia.

Un uso colateral es el de proteger las paredes del hornillo (que es la parte de adentro de la cazoleta; todo depende del lugar de la pipa desde el que se mire). Pero esto genera tantas discusiones como lo de las formas de las pipas, que ya vimos. Aunque hay cierto consenso en que para algunas pipas hechas de materiales poco resistentes al calor (pipas de maíz, de bambú o de maderas blandas), es recomendable. Las pipas de espuma de mar no llevan culote en absoluto, lo que es un alivio para los atormentados teóricos de la pipa, pues es un punto menos a discutir.

Aún cuando pueda parecer una cosa superflua, el uso o no del culote en las pipas tuvo repercusiones políticas severas. No estoy muy seguro, pero hubo cierta jodienda cuando la Revolución Francesa, entre los partidarios de las viejas tradiciones piperas (culote-on) y los revolucionarios (culote-off), que incluso se les llamaba los “sans-culottes”. Mira tú ¡!!
Pero para variar, muchos historiadores hablan de que este nombre (sans-culottes) estaba más bien relacionado con el uso de una prenda de vestir de aquella época. Este detalle no debe preocuparnos: generalmente, los historiadores no saben nada de pipas…..

Humedades en la fumada

La humedad que se forma en la pipa durante la fumada, cosa inmunda es (San Paco 4:4). Es más: si hay algo más desagradable que sorber unas gotas de nicotina caliente diluidas en extracto de brezo, es repetir la dosis.

Bueno, pues este es un contratiempo hidráulico al que todo fumador está expuesto en un momento determinado de su carrera. Muchos apuestan por la explicación de que el fenómeno se produce fundamentalmente debido a la forma de la pipa (las pipas curvas tienden a generar más humedades que las rectas, según esta tesis), además de otros factores como el tipo de tabaco, cavidades interiores de la pipa, en el caño, ya sea por la balseta, la mortaja, o por filtros y/o enfriadores metálicos, o la ausencia de estos, o todo junto, las fluctuaciones del índice Nasdaq, la altitud barométrica o el estado del tiempo. Si nos ponemos a hacerle caso a todo esto, podríamos llegar a considerar a la pipa como un posible instrumento generador de energía a partir del principio de las centrales hidroeléctricas.

Pero casi todo el mundo pasa por alto (o lo menciona muy de pasada) que lo que más influye en la generación de humedades en la fumada más bien obedece al estado de ánimo del fumador en el momento del acto. Esta situación subjetiva establece la fuerza y ritmo de las pitadas (”chupadas” o “succiones” no encajan muy bien aquí…que esto es un tratado serio, carajo ¡!!) y consecuentemente con la Física vigente en esta galaxia, influye directamente en la aceleración de la condensación y posterior camino del asqueroso producto precipitado hacia la garganta, que casi siempre termina en la configuración de una mueca de campeonato, sudores fríos y náuseas varias, si los buenos modales impiden a la víctima purgar instantáneamente la carga con un escupitajo delante de otras personas igualmente bien educadas.

Por ello, es importante olvidarnos del tipo de pipa y del tabaco a fumar, y concentrarnos en la intensidad y ritmo de la fumada (que no tiene que ver necesariamente con fumar escuchando música, ok?), para evitar en lo posible la desagradable y húmeda sorpresa.

Cómo se da cuenta uno de que está generando humedades en la fumada? Bueno, pues tendrá al lograrlo la misma sensación de cuando uno se empecina a sorber el último resto de jugo en la cajita a través del pitillo. Como las cajas de jugo están selladas (solo un agujerito para pasar la pajita, o absorbente), pasa como con el gato de Schrodinger, y no sabremos si el jugo se agotó o no, hasta que no aparece el clásico sonido “gloc-glog-glog-shrupfhhh-glog”, que anuncia el decepcionante e implacable hecho de que se acabó el sabroso líquido….y era la ultima cajita.

De esa misma manera suena la pipa cuando tiene humedades. Es crucial estar atentos a este sonido, para abortar inmediatamente la fumada y tomar medidas correctivas antes de que una desgracia suceda.

Por ejemplo; en mi caso personal, escuchar durante la fumada el nefasto “gloc-glog-glog-shrupfhhh-glog”, puede ser una de tres cosas: que Camila esté haciendo gárgaras con la compota de manzana, o que Ramonín se esté sorbiendo los mocos, o que la pipa efectivamente me está haciendo aguas. En cualquiera de las tres situaciones posibles, hay que detener la operación y actuar con rapidez:

1.- Caso compota: En nueve de cada diez ocasiones, luego de las gárgaras, la nena escupe la compota en la alfombra. No falla. Hay que cargarla en brazos y llevarla (con el líquido aún en los cachetes, como un hámster hidráulico) de cabeza al lavabo.

2.- Caso mocos: Gritarle al cabroncete que deje ipso-facto de hacer esas puercadas. Y de paso, prometerse uno mentalmente que no seguirá haciendo eso mismo delante de los chicos, que toman el ejemplo….

3.- Caso pipa: dejar enfriar un poco la herramienta, pasar una escobilla por el caño (si la pipa permite usar la escobilla sin desarmar la boquilla, pues mejor), y seguir fumando, pero esta vez más pausadamente. Si ama usted lo suficiente a sus escobillas como para no ensuciarlas limpiando pipas (algún otro uso siempre se le podrá dar, digo yo), pues pruebe a hacer lo siguiente:

Empuñando la pipa por la cazoleta y poniendo buen cuidado en tapar el agujero del hornillo con la palma de la mano y con la boquilla apuntando hacia abajo se le dan dos o tres sacudidas, subiendo y bajando el brazo, como lo haríamos con un termómetro al que hay que bajar el mercurio (vamos, lo mismo que hacía uno de pequeño a hurtadillas cuando teníamos fiebre, para que nuestra progenitora no nos arrastrara hacia el cruel pediatra de turno). Tras esto la pipa queda sin gota de humedad (aunque puede que usted quede con algo de bursitis). Hay que poner cuidado, eso sí, en no tener por delante a nadie con camisa blanca y que nuestra mujer no ande cerca y observe la maniobra.
Sencillo. Eso es lo que hay……

El nocivo hábito de fumar

Se dice que el hábito hace al monje. Pues mejor: el hábito hace al fumador. Y si el hábito es nocivo para la salud, bueno, pues que el monje ande por ahí en cueros. Qué carajo.

Sobre la malignidad del tabaco en los fumadores activos y pasivos y sus organismos respectivos, mucho se ha escrito, a favor y en contra. Pero lo hasta ahora escrito sobre esto ni me beneficia ni me perjudica, todo lo contrario….

Suelo acudir a la filosofía de mi padre (Q.E.P.D.) sobre el tema. Mi viejo era un tipo genial, y muy convencido de sus postulados sobre los riesgos de fumar. Esta era su posición: “dicen que fumar mata lentamente…pero es que yo no quiero morirme de repente ¡!!!”

Fumar en pipa debe ser en teoría más sano (un no-fumador diría “menos dañino”, pero que se jodan, este tratado es solo para fumadores) que fumar con cigarrillos, pues además de no contener las mezclas muchos de los químicos que presenta el cigarrillo (y precisamente son los que lo hacen más sabroso…), se supone que el pipafumador no debe “tragarse” el humo, solo paladearlo, y expulsarlo. Pero aquí entraría otra vez mi padre con aquello de: “fumar y no tragarse el humo es como bailar con la mujer de uno; no quita las ganas!”

Sería como paladear el vino e inmediatamente escupirlo. Puaghhhh. Prueben a hacer esto delante de alguien que les regale una botella de vino, y ya verán cómo tienen que ir directo a un neurocirujano para que les desincrusten la botella del cráneo.

Había un spot publicitario anti-tabaco (uno de tantos) en la TV cubana que trataba sobre un deportista fumador que largaba los pulmones del esfuerzo en una competencia, y quedaba en último lugar, y al final decía algo como “el que fuma, pierde”. Pero así solo, al slogan le faltaba algo, no sé, se veía feúcho y con poco “gancho” para el público. Llamé a la emisora y les propuse algo como esto: “El que fuma, pierde. Y el que no, se lo pierde ¡!! “. No me lo aceptaron. Es más, me mandaron al carajo por teléfono. Los genios somos unos incomprendidos.

También acusan a los fumadores de no tener fuerza de voluntad, respecto al hábito de fumar. Pero yo creo que hay un gran error en esto. Por ejemplo, yo sí tengo fuerza de voluntad: No voy a dejar de fumar, coño!!!!
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Continuará……